Selena Gomez firma su propia Oreo: sabor a horchata con una pizca de nostalgia
Selena Gomez acaba de lanzar lo que quizá sea su colaboración más inesperada, deliciosa y simbólica hasta la fecha: una edición limitada de galletas OREO con sabor a horchata y chocolate, inspiradas en los sabores de su infancia. Pero esto no es solo una incursión más de una celebridad en el mundo de la repostería: es una declaración de identidad y una celebración de sus raíces. Cada galleta viene firmada, literalmente, por la artista, convirtiéndola en una pequeña reliquia del universo pop contemporáneo.
«Quería que supiera a casa, a algo reconfortante. La canela te transporta directamente a esa sensación de horchata que siempre he sentido», explica Selena en el anuncio oficial. Y es que este sabor, cálido y familiar para muchos, encapsula una parte esencial de su historia personal.
La edición, titulada Selena Gomez’s Signature OREO, estará disponible en preventa desde el 2 de junio y llegará a tiendas físicas el 9 de junio. Con su envoltorio rosa pastel y el logo grabado con la firma de la cantante, estas galletas prometen convertirse tanto en objeto de deseo comestible como en pieza de colección para los fans.
Pero la experiencia va mucho más allá del sabor. El lanzamiento viene acompañado de una campaña audiovisual que juega entre el absurdo y el homenaje: en el spot, Selena aparece literalmente sumergida en una montaña de OREOs, firmando una por una con exagerada devoción. Es un guiño irónico al fanservice, a los excesos de la cultura pop y, al mismo tiempo, un gesto de entrega a quienes la siguen.
El paquete incluye, además, un inesperado accesorio: los Selena Gomez Oreo Headphones. Más allá del factor sorpresa, este complemento apunta directamente a la generación de los unboxings virales y a ese espacio digital donde Selena Gomez se mueve con soltura entre la música, la actuación y ahora también, la cocina.
Con esta colaboración, OREO no solo se suma a la larga lista de marcas que coquetean con estrellas del pop; da un paso más allá al convertir un simple snack en un vehículo de memoria, cultura y autenticidad. Y Selena, con su característico equilibrio entre calidez y estrategia, demuestra una vez más por qué sigue siendo una de las figuras más queridas —y astutas— del entretenimiento global.
Una galleta con sabor a infancia, cultura y marketing en su punto justo. ¿Quién puede resistirse a eso?