Gina Shanell: De modelo a productora
Con tan solo 24 años, Gina Shanell ha logrado algo que pocas modelos consiguen: convertir su carrera en una plataforma de impacto real. Fundadora de Shanell Academy, modelo, profesora y productora de eventos, Shanell representa a una generación de mujeres que entienden que la belleza, sin propósito, no basta. “Soy soñadora, apasionada, perseverante y enfocada”, dice con firmeza, como si cada palabra definiera no solo su carácter, sino también su trayectoria.
Comenzó a modelar a los 13 años en Mérida Venezuela. Lo que para muchos es una experiencia pasajera de adolescencia, para ella se convirtió en un camino de crecimiento y compromiso. Pero no fue hasta años después que entendió su verdadero propósito en la industria: inspirar. “Fue ahí cuando mi carrera cobró sentido”, afirma. Ser modelo dejó de ser solo un sueño personal para transformarse en una herramienta que podía abrirle puertas a otras chicas. De ese impulso nace Shanell Academy, un proyecto que empezó casi como una intuición y que hoy marca una diferencia tangible en la formación de nuevos talentos en el modelaje regional.
Con una oferta educativa que incluye más de diez materias, la academia propone una formación integral que va mucho más allá de la pasarela. Gina cree que podemos enseñar técnica, pero la pasión debe venir con cada alumna. “La disciplina no se improvisa. La actitud tampoco. A las chicas les enseñamos a creer en ellas mismas, a conocerse, a saberse únicas”, explica. A pesar de su juventud, dirige con temple, sensibilidad y visión a largo plazo. Y aunque el modelaje sigue siendo su primera pasión, hoy su rol como directora le permite acompañar y formar desde otro lugar.
Gina sabe lo que es no encajar en los moldes tradicionales. Durante años luchó contra los estereotipos de la industria, y fue justamente eso lo que la hizo destacar. “Demostré que no tenía que parecerme al ideal para sobresalir”, dice con orgullo. Esta misma filosofía la transmite a sus alumnas: que el valor de una modelo no está en su talla, sino en su fuerza, su seguridad y su capacidad de comunicar algo auténtico.
Con esa misma convicción se ha adentrado en la producción de eventos de moda. Su mirada como modelo le permite entender cada detalle de una pasarela: la música, la luz, el ritmo, el diseño, la emoción del público. “Conozco lo que necesita cada parte de un desfile. Eso me permite crear experiencias completas”, comenta. No es extraño que sus producciones se destaquen por su calidad estética y organizativa. Gina y su equipo se inspiran en las grandes casas de moda internacionales, pero con los pies firmes en su contexto: “Queremos ofrecer esa grandeza aquí, desde Mérida”.
Claro que no todo ha sido sencillo. La industria del modelaje en Venezuela aún arrastra prejuicios y falta de profesionalización. Gina lo dice sin rodeos: “Hay mucho talento en el país, pero poco apoyo institucional. No siempre se le da al modelaje el valor que realmente tiene”. Pese a las dificultades, ha logrado abrirse paso con credibilidad, demostrando que se puede liderar desde la constancia y la coherencia.
De cara al 2025, su visión es clara: fortalecer la academia, expandir las experiencias de formación y crear nuevas plataformas para visibilizar a sus modelos. También quiere potenciar su faceta como creadora de contenido y mentora. Lo hace desde una identidad firme y una fe profunda. “Sueñen en grande, salgan a trabajar por sus metas y no se queden en el pensamiento. Dios cumple, pero hay que moverse”, dice como mantra, como advertencia y como promesa.
Gina Shanell es prueba de que el modelaje puede ser mucho más que estética. Puede ser una carrera con propósito, liderazgo y visión. Puede, incluso, transformar realidades.